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Distrito Federal, ferrocarriles, Movilidad Urbana, Uncategorized

Había una vez una estación llamada Buenavista.

Tal vez yo sea muy joven para hablar con certeza sobre lo que alguna vez fue la zona de Buenavista durante los años en que aquello era por excelencia la terminal de ferrocarriles en el Distrito Federal, pero de lo que sí tengo absoluta certeza es que en lo que se ha convertido Buenavista es uno de los más claros ejemplos de cómo un proyecto de transporte acaba siendo todo menos eso.

Cuando se iniciaron las obras para el tren Suburbano, proyecto en el cual personalmente tenía y creo sigo teniendo mucha fé, de lo primero que se empezó a hacer fue el rescate de la estación de ferrocarriles de Buenavista, inmueble que estuvo abandonado durante cerca de 10 años y que era un foco de delincuencia e insalubridad en la zona. Me parecía fantástica la idea de recuperar el espacio para dar paso a una nueva terminal del tren, que aunque en definitiva no tendría la grandeza y majestuosidad del Ferrocarril Mexicano pero era el primer proyecto de tren que consideraba la conectividad entre el Distrito Federal y el Estado de México sin involucrar autobuses, carriles confinados y demás inventos del urbanismo moderno.

Todo iba bien. El tren suburbano empezó operaciones en Junio del 2008, muchas de las estaciones no estaban terminadas y Buenavista no era la excepción. Conforme fue avanzando la obra y la conclusión de las demás estaciones ya se podía ver en lo que se estaba convirtiendo Buenavista, en todo menos en una estación de un modo de transporte, actualmente tiene un estacionamiento gigantezco, una plaza comercial muy poco funcional y hasta un Soriana, esto sin contar las ya muchas estaciones de Metrobús donde las maniobras de los vehículos particulares y los autobuses del propio sistema, hacen de los cruces una cosa peligrosísima para el peatón y un verdadero caos vial.

Aquí el problema no radica tanto en el Metrobús, ese es otro asunto que afortunadamente tiene solución, el problema es la necedad de hacer de todas las estaciones y terminales de transporte un centro comercial; no estoy en contra de que haya un par de locales, tal vez una tienda de conveniencia y servicios sanitarios ya que todos estos son elementos que los usuarios de los servicios de transporte pueden llegar a necesitar para satisfacer sus necesidades durante el viaje, sin embargo el crear centros comerciales de la magnitud de Buenavista, sólo entorpece el flujo de personas que van específicamente a hacer uso de los servicios de transporte.

Creo las lecciones de los CETRAM de Fortuna y Tlalnepantla por citar algunos ejemplos no nos han servido de nada, los locales comerciales de dichas estaciones no están ocupados ni al 60% y en casi todas estas estaciones, los espacios comerciales implican una caminata eterna y poco accesible, más que la oportunidad de tener servicios y lugares de consumo prácticos y necesarios en los lugares de traslado.

Buenavista era un lugar histórico, que guardaba la nostalgia de los años de esplendor de los Ferrocarriles en México, y aunque no se puede vivir del recuerdo y no sólo es bueno, sino necesario modernizar, mejorar y adaptar los espacios a las nuevas necesidades de las personas, tampoco se vale destrozar de esta manera lo que pudo haber sido una gran terminal moderna de transporte en vez de un desastroso e innecesario centro comercial.

Acerca de Jim D. Mayerstein

Estudiante de Ingeniería en Transporte, ciclista urbanx, renegadx y necix, escribo con x la vocal que define el género porque no puedo definirlo. Ardux creyente de la inutilidad de los muros que dividen países, viajerx incansable, transfronterizx y músico autodidacta, profesional en la ejecución de la tabla de lavar y aprendiz de serruchista.

Comentarios

Un comentario en “Había una vez una estación llamada Buenavista.

  1. Jim nunca te había leído. Me atrajo el asunto del Segundo Piso, pero le seguí y la verdad me está encantando. Escribes de una manera bella e impecable, cosa valiosa y poco común entre los escritores de blogs. Gracias y un abrazo grande.

    Publicado por Mopi Ortega | May 1, 2012, 11:47 am

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